Desde pequeño he sentido un gran interés por el mundo artístico: me gustaba mucho el dibujo y la música. Pero una de las cosas que más me llamaba la atención era, sin duda, la moda, esa cosa que parecía tan única; aquello que reflejabas al mundo sobre ti mismo a primera vista. Era algo que desde fuera veía, a través de las tiendas, los desfiles, las modelos, y todas esas cosas que transmitían tanta belleza real... Pero todo esto cambió con el tiempo. Me di cuenta que, todo eso que pensaba de niño, no era exactamente así, ya que, a medida que te vas metiendo dentro del mundo de la moda, te das cuenta de que no todo es tan bonito y bello. Que dentro de la luz hay oscuridad. En definitiva, que hay muchas cosas que tienen que cambiar.

 

En este momento me plantee: ¿qué es lo que debo hacer? ¿Debo fingir un mundo perfecto e idolatrar una ilusión? ¿o tal vez es mejor demostrar lo que realmente significa para mí el concepto "moda"? Y es que, para mí, el significado que cobra la moda no es el de seguir unas normas estéticas, ni el seguir todo lo que se supone que es correcto y aceptado por una sociedad que, muchas veces, y a mucha gente, no la representa. Para mí, la moda va mucho más allá. Moda es mostrar cómo te sientes, qué inquietudes tienes. Pero sobre todo, moda es decirle al mundo que eres único/a, indiferentemente de como te vistas; que lo que importa no es seguir la norma social, sino que esa forma de vestir represente lo que eres y lo que quieres mostrar, igual que hacen los músicos y dibujantes para expresar sus emociones. Por eso mismo, para mí la moda real no la de llevar solamente las grandes firmas ni lo que triunfa en la calle, sino que es la que te hace sentir libre y expresar quien eres realmente.

 

Por eso, yo creo que, como estilista, no te voy a disfrazar ni te haré fingir ser quien no eres, sino que te voy a ayudar a mostrar al mundo lo que eres: bella. Porque, a pesar de que la sociedad te intente hacer pensar lo contrario, todo el mundo es bello, único y especial, en su forma de ser.